Investigadores de la UNL desarrollaron un método para conocer tempranamente detalles del ADN mediante una simple extracción de sangre de la madre. Además, colabora en el diagnóstico anticipado de enfermedades para comenzar con tratamientos en forma precoz
«Estamos muy contentos pero como investigadores que somos estamos mirando más lo que nos falta que lo que hemos logrado», dijo a Diario UNO Guillermo Ramos, líder del equipo de profesionales que desarrollaron el nuevo conocimiento.
Se trata de cuatro investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) que diseñaron un método para determinar el sexo de los bebés durante la quinta semana de gestación mediante un simple análisis de la sangre de la madre. Se trata de un procedimiento que revoluciona este tipo de pruebas que hasta ahora se hacían solo por medio de imágenes y por lo menos en el quinto mes.
Bajar las ansiedades del padre o de la madre por conocer el sexo del bebé no es la única función del test. En este sentido, ayuda al diagnóstico de algunas enfermedades asociadas al cromosoma X, como la enfermedad de Duchenne y algunos tipos de hemofilia, y otras como la hiperplasia adrenal congénita, que produce virilización del feto.
El método fue desarrollado por el equipo del Departamento de Bioquímica Clínica de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas (FByCB) de la UNL, compuesto por los docentes e investigadores Luisa Gaydou, Adriana Follonier, Verónica Bosquiazzo y dirigido por Guillermo Ramos. Según este último, la técnica se basa en la determinación de tres genes asociados al cromosoma Y que permiten conocer el sexo fetal en forma temprana durante el embarazo. Hasta el momento, era una información que se podía conocer solo por medio de técnicas como las ecografías.
En diálogo con el matutino, Guillermo Barros, explicó: «Lo más importante es la posibilidad de determinar el sexo del feto en forma muy precoz, en la quinta o sexta semana de gestación». Además, sostuvo que se trata de un procedimiento «novedoso» y que obedece a dos cuestiones: «En primer lugar los genes que elegimos para determinar el sexo nos dan una certeza por encima de un 98 por ciento, que es muy alto. En segundo lugar se trata de un método más económico. Es decir, hay otras tecnologías que utilizan sondas que son mucho más caras. Entonces, esto es más accesible a los laboratorios de mediana complejidad. La ventaja que tiene es que simplemente se realiza a través de una extracción de sangre del brazo de la mamá. Entonces, se estaría reemplazando esa técnica agresiva por simplemente una punción sanguínea periférica». Gentileza Diario Uno