La superficie inundada en Santa Fe es de 3 millones de hectáreas. Así lo estimó el Director Regional de INTA, José Luis Spontón.
La crisis hídrica se extiende a todo el norte provincial y, se continuar las lluvias, podría expandirse al centro sur que ya muestra problemas de napa.
La crisis hídrica se agrava y se generaliza a todo el norte santafesino a medida que se suceden nuevas lluvias en la región y en provincias vecinas. La situación sigue siendo delicada en el noroeste, especialmente en El Nochero y Santa Margarita, pero ahora también se vuelve crítico el panorama en los departamentos Vera y General Obligado.
En las últimas horas se registraron lluvias de consideración en provincia de Chaco, con registros de 170 milímetros en Pinedo y más de 200 en Las Breñas y Corzuela, causando inundaciones de caminos y cortes de ruta. Lo más preocupante es que el destino de ese gran volumen hídrico será el noroeste santafesino, a través de la Cañada de las Víboras, donde varios pueblos se encuentran literalmente sitiados por el agua.
El Director Regional del INTA Santa Fe, José Luis Spontón, estimó hoy en declaraciones a LT10 que suman 3 millones de hectáreas las que, desde el satélite, pueden observarse cubiertas por agua. Aunque todavía no pueden hacerse evaluaciones a nivel de predio, con ese dato la estimación es de severas pérdidas, que en agricultura serán inmediatas y en ganadería, de no agravase el cuadro y se produzcan grandes mortandades, se verán en el mediano plazo.
“La situación se agrava día a día; se ve muy complicado”, indicó Spontón, quien no circunscribió el problema al norte provincial, sino que también mencionó dificultades en el centro sur, producto de las napas altas y las dificultad que ello implica para el escurrimiento de los excedentes. En esa zona, “de continuar con las lluvias puede complicarse, porque las napas están altas y se dificultan los drenajes”, situación que también “impactará en la producción”.
Situación de la napa en el centro provincial. Foto: INTA/Diego Hugo Perez
El Director de INTA aclaró que hay dificultades para recorrer la zona, por lo que el diagnóstico no es definitivo, pero “cuando uno se encuentra con campos con más de 30 centímetros de agua seguro que afecta”. Y detalló: “por las imágenes que tenemos es esa la superficie que hoy está con agua en superficie”. En el denominado “domo occidental” del departamento 9 de Julio, prácticamente se descuentan “pérdidas cercanas al 100%”.
Acumulados en el centro santafesino durante 2019. Foto: Agromaker.com
Sobre las reacciones de pobladores y productores, que descargan su malestar contra funcionarios y gobernantes puso paños fríos, especialmente sobre las especulaciones acerca de las causas del problema, que mayormente se dividen entre culpar al desmonte y la falta de obras. “Es momento de acompañar a la gente y después discutir esas cuestiones”, indicó.
Desde Santiago del Estero, Alberto Zampar, asesor agrícola en Bandera y departamento 9 de Julio relató a LT9 que en suelo santafesino “la pérdida es total en todo”. Afirmó que de ambos lados de la frontera hoy situación es “muy preocupante” no porque los campos estén inundados o no se puede entrar. En Santiago, con el agravante de que al ser campos grandes las máquinas son muy pesadas y se entierran con mayor facilidad.
Vista satelital de los Bajos Submerididonales, comparación entre fin de 2017 y misma fecha de 2018.
Lo más apremiante en Bandera, dijo Zampar, es mucho trigo embolsado “con 20 centímetro de agua; que lo mantienen en campo, entre otras causas, por falta de infraestructura”. Y agregó que “ese cereal hoy está en el campo, no se puede retirar y las bolsas se deterioran; por ese lado una pérdida importante”.
Por otra parte remarcó que existe una superficie de girasol importante sin cosechar. “Diariamente sale el sol un ratito y las máquinas van al campo, en el barro, los camiones no pueden ingresar… esa parte en algunos casos está perdida”. Y además, agregó que de lo poco que pueda quedar se está encargando “la paloma”, que “está aprovechando la situación”. A eso se suma un cuadro social, con infinidad de camioneros que llegaron a cargar girasol para llevarlo a puertos o fábricas y que están varados en la zona desde hace días.
A la lista también sumó productores que perdieron las segundas resiembras. “o sea que es muy preocupante y el pronóstico no ayuda para estos días.
Sobre las acusaciones de falta de obras, se resignó: “estamos en Argentina; no las hay en Santiago, en Chaco, en Santa Fe”. Y mencionó expresiones del gobernador Lifschitz que cayeron muy mal en Santiago sobre la responsabilidad de esa provincia por desmontes y obras no realizadas. “El desmonte indiscriminado es malo; las obras, no están acá ni en Santa Fe; las suficientes para paliar lluvias de la cantidad de milímetros como estas; son obras faraónicas, pero no hay ni faraónicas ni no faraónicas”, sentenció.
Fuente El Litoral