Congelan hasta nuevo aviso la exigencia de certificados médicos en las escuelas.
Es para evitar, en un contexto de pandemia, la circulación de los alumnos por efectores públicos y privados en procura de los carné de salud y bucodental. A partir de abril, Educación analizará el cumplimiento de este requisito.
El año escolar 2021 que arrancó con semipresencialidad en las escuelas santafesinas tiene entre sus particularidades una pausa en la exigencia de los certificados y estudios médicos que el sistema solicita a los alumnos desde nivel inicial hasta comenzada la secundaria. “Dada la situación sanitaria, debemos tratar de evitar la circulación de los niños por los efectores de salud”, explicó Nancy Noemí Alario, subsecretaria de Educación Primaria de la provincia.
Las autoridades del Ministerio de Educación priorizaron la vuelta del alumnado a las aulas -que por cierto recién se completará este viernes, cuando la segunda burbuja curse de manera presencial toda la semana-, dijo Alario, y agregó que en el transcurso del mes de abril analizarán si en pandemia corresponde formular este requerimiento a los adultos responsables y cuándo. En ese caso lo comunicarán oficialmente, junto con los plazos de entrega de la documentación, que por usos y costumbres administrativos desde su implementación en 2006 solía producirse todos los años en marzo y a lo sumo en abril.
Durante 2020, al interrumpirse de manera intempestiva la asistencia a los colegios el 16 de marzo, prácticamente no se recolectaron ni el carnet de salud, ni el de vacunación ni el bucodental. El primero no sólo implica una evaluación exhaustiva del estado clínico del niño, niña o adolescente por parte de un pediatra o médico generalista sino una serie de estudios específicos (por ejemplo control fonoaudiológico y de la vista) para detectar precozmente la presencia de alguna situación que interfiera en el aprendizaje.
“Nuestro foco ahora es que los chicos se puedan sostener en la semipresencialidad y en ese sentido la evaluación de las primeras dos semanas es positiva”, acotó Alario luego de realizar recorridas por instituciones locales, del cordón industrial y del norte de la provincia, donde aseguró haberse encontrado con estudiantes que cumplían con los protocolos y disfrutaban del regreso a los claustros. “Tenemos que ver cómo avanza la pandemia y articular con el área de Salud; la vamos a hacer (a la recepción de los estudios médicos) con mucho cuidado y procesualmente”, afirmó la funcionaria, quien calificó a estos controles como una herramienta necesaria para la protección de niñas, niños y adolescentes.
El carnet de salud, recordó Alario, se empezó a implementar en los últimos 15 años y puede realizarse tanto de manera privada, como a través de obras sociales o en efectores públicos. Nunca fue excluyente su presentación para garantizar las inscripciones en las escuelas y en tiempos de pandemia “no es momento para exigirlo con rigurosidad”, expresó la subsecretaria.
En efecto, el carnet fue dispuesto por la ley Nº 12.634/06 y tiene vigencia por un año calendario. Completo y actualizado, es suficiente para autorizar la actividad física curricular, no competitiva. Se considera que ayuda a garantizar y/o mejorar la calidad de vida de los chicos; a veces incluso ha servido como una instancia de detección de abusos o maltratos.
“Vamos a darnos un tiempo para cumplimentar estos requisitos, estamos tratando de trabajar con calma en un dispositivo nuevo al que hay que adaptarse”, declaró Alario sobre el inédito sistema bimodal, que alterna una semana en casa y otra en la escuela, siempre y cuando se mantenga estable la cantidad de contagios de Covid 19.
La Capital.
.