Le dieron por perdidos todos los partidos a un equipo porque incluyó a una nena de 10 años
La categoría 2012 de Cañuelas denuncia un acto de discriminación. Tras la inclusión de Paula en el equipo masculino, un club rival pidió los puntos en juego y la Liga de Buenos Aires no sólo se los cedió, sino que le quitó a Cañuelas los sumados en las 13 fechas anteriores.
Algunos casos nacen en medios regionales y luego se nacionalizan. El caso de Paula puede ser uno de ellos. El sitio periodístico local Cañuelas Al Día informó hace pocas horas una noticia que ocurrió y sigue ocurriendo en su pago chico, 60 kilómetros al sureste de Buenos Aires, pero que representa una lucha de muchas familias por la inclusión y la igualdad de género en el deporte social, no sólo en Cañuelas.
El hecho sucede en la Liga de Buenos Aires, un torneo que agrupa a campeonatos de baby fútbol y partidos de 11 contra 11, desde los 6 años hasta los 20. Participan muchos de los clubes que también juegan en AFA, como San Lorenzo, Huracán, Vélez, Ferro, Chacarita o Platense, entre muchos otros -por supuesto, con futbolistas diferentes-. También milita Cañuelas, equipo que, bajo la órbita de la AFA, participa en la Primera B. Pero la Liga de Buenos Aires apunta -o parecía apuntar- a un deporte menos competitivo, más social.
El primer acto ocurrió luego de que la categoría 2012 de Cañuelas jugara contra Leandro N Alem, de General Rodríguez (un club que en AFA juega en la Primera C y que hace pocas semanas fue noticia porque sus barrabravas mataron a balazos a un hincha de Luján). Cañuelas ganó pero Alem pidió los puntos porque, en el equipo ganador, jugó Paula B., una chica de 10 años.
La Liga no sólo le dio la razón al perdedor, sino que, además, decidió que le sacaría a Cañuelas todos los puntos que había obtenido en las 13 fechas anteriores del torneo (los partidos no tienen árbitro y ningún rival se había «quejado» como hizo Alem). El reglamento de la liga expresa que el torneo es «exclusivamente para varones», pero la dirigencia de Cañuelas -a través de sus abogados- intenta sentar un precedente «equitativo, disidente y con perspectiva de género».
En Cañuelas están sorprendidos con la decisión de la Liga de Buenos Aires -y con el pedido de Alem- porque Paula ya había jugado los partidos previos. No sólo eso: hace pocas semanas habían pedido la autorización de otra chica, Agostina, y había sido avalada.
“Creemos que tanto la protesta del club rival que motivó la determinación como la sanción en sí provocan una enorme desigualdad, no tienen perspectiva de género y atentan contra la idea de un fútbol diverso e inclusivo como soñamos”, dijeron familiares y jugadores del club afectado, según registra Cañuelas Al Día.
“Agradecemos los apoyos de los integrantes del plantel 2012, sus compañeros de otras divisiones, las familias del grupo y de todas y todos los que acompañaron al equipo con banderas, pancartas y voces de aliento. La adhesión y la simbología son herramientas para combatir este tipo de violencias de la que futbolistas de 10 años son víctimas”, agregaron las autoridades de Cañuelas, en lucha a favor de un deporte sin género.
El equipo no se toca, aunque pierda los puntos
Por su parte, la familia de Paula compartió con el club su visión sobre un acto de discriminación. La nena, de 10 años, entrena en Cañuelas desde 2021, cuando fue inscripta -sin ser rechazada- por la Liga. La sorpresa llegó 13 fechas después. Por lo pronto, el equipo decidió que seguirá jugando, aunque pierda los puntos.
“El objetivo principal para ellos es la formación y jugar. No es ganar. Paula puede seguir jugando, pero el equipo es como si perdiera siempre. Ella está bien porque se siente apoyada por sus compañeros y por todos. Lo que reclama es un futbol mixto, sin machismo», aseguró la madre de Paula.
Por Andrés Burgos
Tiempo Argentino