Nicolas Piazzo, junto a sus socios crearon una empresa de tecnología en 2019 y hoy facturan más de US$3 millones. Nacido en María Juana y adoptado en su adolescencia por nuestra ciudad, contó su experiencia de vida empresarial.
Artekium emplea a más de 100 personas, de 13 provincias argentinas, con foco en la capacitación del talento IT; los planes de expansión de la compañía hacia Europa
“Desde que arrancamos la empresa en 2019, nuestra curva de crecimiento fue bastante empinada”, reflexionó Nicolás Piazzo, cofundador Artekium Technology, firma que se enfoca en transformar digitalmente a las compañías. En solo cuatro años, pasaron de ser cinco socios a tener un plantel de más de 100 colaboradores. Y un capital inicial de $1,2 millones se convirtió en un negocio que en 2022 facturó US$3 millones anuales.
Para el ejecutivo, el deseo de emprender estuvo siempre. Pero la idea fue cobrando forma cuando trabajaba en una cooperativa de software, donde conoció a quienes serían sus futuros socios. En aquel entonces, si bien ya se estaba produciendo una fuerte aceleración digital dentro de las organizaciones, notaron que había algunas industrias que se encontraban más rezagadas. Un año después de haber iniciado Artekium, irrumpió la pandemia de covid-19.
“En la pandemia hubo dos variables claves. Por un lado, había una necesidad de digitalizar procesos y ofrecer canales virtuales. Pero, por el otro, había restricciones económicas y las compañías no tenían mucho dinero para ejecutar. Esos dos factores se conjugaron e hicieron que haya una tasa de crecimiento muy acelerada, pero que se siguió manteniendo en el pospandemia, cuando las empresas pudieron destinar mayores presupuestos”, agregó Piazzo, quien también ocupa el cargo de director comercial y de capital humano.
Actualmente, tienen cuatro verticales de negocio: desarrollo de software, soluciones en la nube, inteligencia basada en datos e innovación tecnológica. Tras sentar las primeras bases en la Argentina, trabajando para compañías como el Banco Industria (BIND) y Prosegur, hoy brindan servicios en Estados Unidos, México y España. En las próximas semanas abrirán sus primeras oficinas en Madrid, con el objetivo de expandirse hacia otros países de Europa.
El secreto: el talento federal
Piazzo nació en el pueblo santafesino de María Juana, donde viven 5000 habitantes. También pasó por San Jorge y decidió cursar sus estudios universitarios en la ciudad de Rosario. Convencido de que el talento también se encuentra en el interior de la Argentina, cuando fundó su empresa decidió darle una impronta federal.
“Veíamos que en las compañías tecnológicas había mucha centralidad. Te contrataban si eras de Buenos Aires, Rosario o Córdoba. Pero cuando miras al mapa de universidades, hay muchas ciudades del interior que forman grandes profesionales. Muchos chicos eligen vivir en su pueblo por la tranquilidad, por su familia o por lo que fuera, y ahí vimos una oportunidad. Porque cada región tiene una idiosincrasia diferente y eso nos nutre en valores, en heterogeneidad de pensamientos. Creo que fue una apuesta acertada por nuestra parte”, agregó.
A través del trabajo remoto, contrataron a 120 profesionales de 13 provincias diferentes. En tanto, sumaron oficinas en Concepción del Uruguay, Rosario, Mar del Plata, Córdoba y Buenos Aires, donde los socios suelen viajar para reclutar nuevos talentos y conocer al equipo en persona. Sin embargo, una de las regiones que más los sorprendió “por la calidad de profesionales que había” fue el norte argentino, desde Salta hasta Misiones.
En los últimos años, se enfocaron en cerrar convenios con diferentes universidades del interior. Pero, de forma paralela, también crearon un centro de formación propio para capacitar nuevos profesionales IT (tecnología de la información), uno de los perfiles más demandados a nivel global.
“Son un bien escaso y estamos todas las empresas pujando por lo mismo. Por eso decidimos tener nuestro propio centro de formación y darle la oportunidad a muchos chicos que estaban buscan proyectos para insertarse en el mercado. Destinamos un gran porcentaje de nuestro presupuesto a la capacitación porque creemos que, indirectamente, tiene que ver con la baja rotación de empleados que tenemos. Cuando sienten que están evolucionando y desarrollándose profesionalmente, tienen más motivos para quedarse en una compañía”, concluyó.
Por Melisa Reinhold
Diario La Nación