El 30% de los alimentos producidos se desperdician mientras más 3100 millones de personas no pudieron permitirse una dieta saludable en 2021.
Los datos fueron difundidos por la FAO en el Día Mundial de la Alimentación que, este año tiene por lema “El agua es vida. El agua nutre. No dejar a nadie atrás”, en tanto que la ONG Manos Unidas advirtió que 735 millones sufren hambre en el mundo.
Actualmente, más del 13% de los alimentos producidos a nivel mundial se pierde en la cadena de suministro después de la cosecha y antes de la venta al por menor, y otro 17% se desperdicia en los hogares, en los servicios alimentarios y en la venta al por menor, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
Al mismo tiempo, millones de personas en todo el mundo están desnutridas y el mundo está muy lejos de alcanzar la mayoría de los objetivos de nutrición acordados a nivel mundial.
Las dietas saludables son una parte esencial para abordar este problema; sin embargo, más de 3100 millones de personas no pudieron permitirse una dieta saludable en 2021.
Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, que se celebra este 16 de octubre, la ONG española Manos Unidas denunció que mientras cada día se desperdician toneladas de comida, “el número de personas que pasan hambre sigue en aumento», consignó la agencia DPA.
Además, la organización advirtió de que es «un fracaso para la humanidad» que 735 millones de personas sufran hambre en el mundo, según el último informe ‘El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo’.
Esta cifra representa un incremento de 122 millones de personas en comparación con 2019, antes de la pandemia.
De la misma manera, la ONG indica que, a pesar de que la crisis causada por la Covid-19 parece haber quedado atrás, los problemas relacionados con la inseguridad alimentaria y la nutrición persisten.
«Las consecuencias no solo agudizan el hambre, sino que repercuten, lógicamente, en el aumento de las personas pobres y enfermas», afirmó.
En este sentido, asegura que el fortalecimiento de la agricultura familiar sostenible, la defensa de los derechos humanos y el cambio de estilos de vida y consumo son los ejes estratégicos identificados por la ONG para luchar contra el hambre y la pobreza.
Por el contrario, advirtió que el cambio climático, los conflictos armados y la inestabilidad económica son varias de las causas que alejan a las personas más vulnerables de la seguridad alimentaria y el derecho a la alimentación.
«Desde hace décadas sabemos que el sufrimiento de tantas personas no se debe a la escasez de recursos ni a causas naturales, sino a estructuras injustas y relaciones que están basadas en la desigualdad», señaló el coordinador del departamento de Estudios de Manos Unidas, Fidèle Podga.