En momentos difíciles, la solidaridad aparece y consolida vínculos con el corazón. En esta oportunidad, el vínculo es con la “barriga” de los más chiquitos.
Los sanjorgenses no dejan de sorprender y los jóvenes del proyecto “La olla” son el claro ejemplo de amor para con los otros. Cuando UNICEF, declaró días atrás que un millón de chiscos argentinos se van dormir por las noches sin haber cenado, la dignidad humana, nos plantea recursos como para cubrir las responsabilidades que otras personas no asumen.
Un grupo de jóvenes desde hace unos meses a esta parte, crearon un puente con los más necesitados. El epicentro es la Plaza Sarmiento (Placita del Che), donde todos los domingos se reúnen para atender las necesidades alimenticias a los niños del barrio que cada vez más se arriman a ingerir un plato de comida, precisamente cuando los comedores escolares no funcionan.
Paulina Zimaro y Juan P. Pintos, explicaron como trabaja el proyecto, los alcances que el mismo tienen, y además, sin de dejar de recordar que en otro barrio de la ciudad (Las Vías) , también hay gente que trabaja de manera similar para acompañar a sus vecinos.