lunes, diciembre 30
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Maximiliano Pullaro plantó a Patricia Bullrich en la inauguración -fake- de la cárcel de Coronda .El intendente de, lo consideró una puesta en escena. La infraestructura no está terminada. Llevaron presos que después retiraron.

La ausencia de Maximiliano Pullaro de la inauguración de la primera cárcel federal en territorio santafesino es un asunto de remarcable atención. Patricia Bullrich se decidió a montar un acto en la ciudad de Coronda, donde está enclavada la prisión, para cerrar el año en una provincia en la que desplegaron acciones de seguridad auténticas a la vez que gran vigor publicitario. Y el gobernador, con quien habían manifestado hasta hace poco beneplácito por trabajar en coordinación, no estuvo allí.

Incógnita obligada: qué hizo que un gobernante que basó su carrera política en un discurso de rigor contra la criminalidad y que tiene su principal activo en las mejoras de la seguridad pública se haya escabullido de un acontecimiento largamente demandado por sucesivas gestiones provinciales. La impresión generalizada, no admitida, es que la inauguración de la cárcel de Coronda fue un acto precipitado, motivado más por el afán de divulgación que por una apertura en tiempo y forma de un presidio que tiene como finalidad alojar presos federales, básicamente los confinados por narcotráfico.

La ausencia de Maximiliano Pullaro de la inauguración de la primera cárcel federal en territorio santafesino es un asunto de remarcable atención. Patricia Bullrich se decidió a montar un acto en la ciudad de Coronda, donde está enclavada la prisión, para cerrar el año en una provincia en la que desplegaron acciones de seguridad auténticas a la vez que gran vigor publicitario. Y el gobernador, con quien habían manifestado hasta hace poco beneplácito por trabajar en coordinación, no estuvo allí.

Incógnita obligada: qué hizo que un gobernante que basó su carrera política en un discurso de rigor contra la criminalidad y que tiene su principal activo en las mejoras de la seguridad pública se haya escabullido de un acontecimiento largamente demandado por sucesivas gestiones provinciales. La impresión generalizada, no admitida, es que la inauguración de la cárcel de Coronda fue un acto precipitado, motivado más por el afán de divulgación que por una apertura en tiempo y forma de un presidio que tiene como finalidad alojar presos federales, básicamente los confinados por narcotráfico.

La idea impuesta es que se trató de una inauguración donde reinó la improvisación. Fue al grano con eso el intendente de Coronda, Ricardo Ramírez, que dijo que la apertura del penal en su ciudad fue una puesta en escena, con presos trasladados de apuro. Los que se ubicaron a la mañana en la flamante penitenciaría pero luego fueron sacados de allí. «Me sorprendió, porque en reuniones con autoridades penitenciarias nos habían dicho que los internos iban a llegar en 45, 60 días, que hoy se iba a hacer una inauguración…Cuando la ministra Bullrich dijo que ya había internos, lo que fue un operativo…», le dijo a la radio Aire de Santa Fe.

Pullaro había comprometido su asistencia. Pero a último momento, en un acto donde la Nación no lo previó como orador, anunció que no estaría por cuestiones de agenda. Asistió el ministro de Seguridad y Justicia de la provincia, Pablo Cococcioni, como principal autoridad. Quien un día antes sostuvo complacido que la prisión federal era fundamental para descomprimir un sistema penitenciario provincial sobrepoblado y en un enroque de plazas vaciar de detenidos los penales de establecimientos policiales.

La infraestructura de servicios para que la cárcel federal de Coronda esté operativa se demorará tres meses. Vale decir que no estaba apta para ser inaugurada. Pullaro no quiso ser parte de un ritual que está desajustado de la posibilidad de iniciar sus funciones prácticas.

Fuente: H. Lascano LPO