Esteban Motta hablo sobre las pasadas elección a Senador, su vida en el campo y su futuro político.
¿Qué es de la vida de Esteban Motta? Muchos recuerdan a ese joven que realizó una estupenda elección en el año 2019, cuando fue candidato a Senador por el Departamento San Martín, logrando 10.555 sufragios, con una campaña desde su Piamonte natal y llevando a cada rincón de la región.
Pasó el tiempo, los meses, que quizás hicieron que Esteban, de profesión productor agropecuario, tomara distancia, aire, acomodara lo vivido durante la vertiginosa campaña de ese año, para volver a hablar de política.
Aquella elección y el trabajo en el campo
«Sin dudas que la elección del 2019 fue muy buena para mí, pero dura porque se perdió la provincia. Uno volvió a las fuentes, volví a mi trabajo, soy productor agropecuario, volví al campo, a mi empresa de transporte y a reordenar lo propio. Entiendo, como dice el «Pepe» Mujica», que la política es una pasión. Hay que vivir de otra cosa y no depender de la política. Hay que construir basado en las ideas y en la independencia económica que nos da nuestro trabajo», señala mientras alista una maquinaria en el campo, que la familia Motta posee a sólo 5 kilómetros de su Piamonte natal.
Hoy, Esteban tiene 35 años, es propietario junto a su familia, de una empresa agropecuaria que trabaja en campos de Piamonte y Landeta. «La tenemos con mi papá, mi tío, mi primo, mi hermano y yo. Sembramos trigo, soja y maíz y yo en particular tengo un camión y me dedico al transporte de cargas», señala.
«La política le cambió la vida a los políticos, pero no a la gente y debe ser al revés»
Mirando al horizonte, cuando cae el atardecer en la zona rural del distrito Piamonte, Esteban cuenta: «Yo sigo empapado con la política. Después de las elecciones del año 2019, tuve momentos duros. Siempre voy a reconocer a Antonio Bonfatti, que siguió llamándome y a Maximiliano Pullaro y Juan Cruz Cándido, que desde el día uno me tuvieron en cuenta y me llamaron para que los asesore en temas productivos y agropecuarios. También a los referentes del Departamento, como intendentes, presidentes comunales y concejales que siguieron muy en contacto conmigo. Hubo gente de la provincia que no llamó más o se acordó tarde. Así que empecé a construir una relación desde otro lado, aportando ideas al legislativo, proyectos de ley y sin quedarme quieto. Traslado mucho lo que pasa en el Departamento porque de la política uno no se jubila nunca. Sigo generando ideas y soy un convencido que, en las últimas tres décadas, la política les cambió la vida a los políticos, pero no a la gente y debe ser al revés».
El joven, vive sólo, pero se sigue haciendo mirar por sus padres, cada vez que puede. «Mi viejo hace unos asados y unos bifes espectaculares. Y mi vieja, que te voy a decir, es la que me acompañó en todos los desafíos de mi vida y hace unas milanesas con papas fritas tremendas».
La política gana la charla en este hincha de River y de su Piamonte, que llegó a jugar en la Reserva de su club local como arquero y señala: «Mirando hacia adelante pienso que las candidaturas son resultados de procesos. Uno está dispuesto a participar, pero siempre preguntándose para qué. Yo vivo la política soñando con cambiarle la vida a la gente. Soñando que un laburante que vive de un sueldo pueda tener una vivienda. Es necesario cambiar la imagen de los políticos, pero para ello hay que tomar la política de otra manera. Hoy hay un fenómeno de descreimiento total. La gente, en general, no cree más en nada ni en nadie. Es preocupante el desgobierno que hay. Estamos en un país desequilibrado con miles de impuestos y el que se rompe el lomo laburando la pasa mal».
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