Se trata del 1° Reconocimiento a Proyectos Amigables con el Ambiente, impulsado por «Los Molinos Espacio de Encuentro”, con el objetivo de destacar a instituciones, organizaciones comunitarias y personas de la región que llevan a cabo acciones colectivas con un impacto positivo en el ambiente y en las personas.
En dicho reconocimiento, realizado el pasado martes 12 de noviembre, se homenajeo a 7 personas e instituciones del Departamento San Martín que llevan adelante tareas ejemplares, las cuales son un espacio de inspiración para prácticas responsables y sustentables en la comunidad, generando cambios positivos que perduren en el tiempo.
Esta iniciativa se da en el marco de diversas actividades que “Los Molinos” viene realizando a lo largo del año en pos del cuidado del medio ambiente, y tiene como objetivo fomentar prácticas sustentables para generar cambios positivos en torno al cuidado del ambiente, promoviendo, de esta manera, el compromiso y la participación ciudadana desde edades tempranas en la temática.
Además de las homenajeados y sus allegadas y allegados, participaron de la actividad, el Ministro de Ambiente y Cambio Climático, Enrique Estevez; El Senador Departamental Esteban Motta, el Intendente, Juan Pablo Pellegrino; el Presidente del Honorable Concejo Municipal, Gustavo Pachetta; autoridades del GIRSU, el Presidente de Asociación Civil “Los Molinos”, Guillermo Zuvinicar y la Secretaria de la Asociación Civil «Los Molinos» Lorena Ulieldin.
“𝗥𝗲𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗔𝗺𝗯𝗶𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹𝗲𝘀”
A continuación, un resumen de las historias de las personas e instituciones de la región que recibieron el reconocimiento, y de los argumentos expuestos por el equipo de “Los Molinos Espacio de Encuentro”.
𝗗𝗮𝗻𝗶𝗲𝗹 𝗠𝗶𝗹𝗮𝗻𝗲𝘀𝗶𝗼, 𝗱𝗲 𝗦𝗮𝗻 𝗝𝗼𝗿𝗴𝗲: Es mecánico nacional y fue docente durante 46 años en la Escuela Técnica de San Jorge, hasta que hace muy poco tiempo, se jubiló. Un apasionado de la física experimental, del reciclado, de recuperar, de transformar. Desde los 19 años, muy comprometido con la escuela de la que es, sin dudas, un referente. Y es un referente también de cientos de alumnas/os. Un gestor de proyectos, de grandes proyectos que movilizaron a toda la escuela y trascendieron sus límites.
𝗛𝘂𝗲𝗿𝘁𝗮 𝟰 𝗘𝗹𝗲𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀, 𝗱𝗲 𝗖𝗮𝗿𝗹𝗼𝘀 𝗣𝗲𝗹𝗹𝗲𝗴𝗿𝗶𝗻𝗶: Es la producción de alimentos sanos. Es agroecología. Es la contención para jóvenes adultos que están fuera del sistema laboral. Es oportunidad de trabajo. Es la posibilidad para personas con discapacidad de ser reconocidos como personas. Es inclusión. Es compartir lo que cada uno sabe hacer y hace. Es generosidad, es enseñanza y aprendizaje. Es Silvia y su equipo coordinando el grupo y emocionada contándolo. Es amor.
𝗙𝘂𝗻𝗱𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗙𝗲𝗱𝗲𝗿𝗶𝗰𝗼 W𝗶𝗹𝗱𝗲𝗿𝗺𝘂𝘁𝗵, 𝗱𝗲 𝗖𝗼𝗹𝗼𝗻𝗶𝗮 𝗕𝗲𝗹𝗴𝗿𝗮𝗻𝗼: Tres fines conviven en la Fundación Federico Wildermuth. Uno productivo. Uno ambiental. Y uno social. Los tres se cruzan, se combinan y se refuerzan. Esas tierras, que pertenecen a un “legado familiar”, y están ubicadas estratégicamente entre dos ecorregiones, la pampeana al sur y el espinal al norte, se destinan a un bien comunitario. Conforman la primera reserva privada de la provincia de Santa Fe. Quienes la llevan adelante hoy, dejan un concepto muy interesante pensando en la sociedad actual: Para que “algo lindo pase”, dicen, se necesita más a personas que se pongan la mochila y tengan ganas de hacerlo, que al dinero.
𝗡𝗶𝗰𝗼𝗹𝗮́𝘀 𝗕𝗶𝗼𝗹𝗮𝘁𝘁𝗼, 𝗱𝗲 𝗟𝗮𝘀 𝗣𝗲𝘁𝗮𝗰𝗮𝘀: En el imaginario social la frase “es pura espuma” tiene un contenido negativo que refiere a algo así como mucho de nada. Nicolás Biolatto, un profesional nacido en Las Petacas, de alguna forma, revierte ese imaginario social. Su programa “Espuma” está lleno de contenido. Cuida el ambiente, convirtiendo materiales contaminantes en productos útiles, efectivos y rentables. Aporta al entramado social, con jabonerías comunitarias en zonas vulnerables. Capacitó a más de 500 personas en varias provincias argentinas. Articula con más de 100 instituciones del ámbito público, privado y de la sociedad civil. Y todo eso en sólo tres años de un proceso que crece rápido… Como la espuma.
𝗠𝗮𝗿𝗰𝗲𝗹𝗼 𝗟𝗲𝗻𝘇𝗶, 𝗱𝗲 𝗘𝗹 𝗧𝗿𝗲́𝗯𝗼𝗹: construyó un camino. Un camino que él recorre y que también recorren otras personas. Ingeniero mecánico y autodidacta en el tema de las energías renovables, en particular la solar, fue el 1º prosumidor de la provincia, y del país. Su inquietud lo acercó y lo convirtió en pionero de una propuesta que busca reducir el impacto ambiental de la producción de energía. Y ahora sueña que ese camino sea recorrido cada vez por más personas. Y ese sueño tiene un sustento: Él cree que los más chicos hoy tienen más presente el tema ambiental.
𝗠𝗮𝗿𝗶𝗮𝗻𝗮 𝗘𝗰𝗵𝗮𝗿𝗿𝗶, 𝗱𝗲 𝗟𝗮𝘀 𝗣𝗲𝘁𝗮𝗰𝗮𝘀: Es analítica, creativa y trabajadora. También tiene notable capacidad de gestión. Es muy apasionada con lo que hace y logra motivar a sus alumnos. Esta profesora de Cs. Biológicas y Geografía, tiene también un gran sentido de pertenencia hacia su localidad, Las Petacas. Con todo esto, fue impulsora de destacados proyectos de su querida escuela secundaria N° 337. Proyectos que han trascendido incluso a nivel nacional.
𝗙𝘂𝗻𝗱𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗙𝗿𝗮𝗻𝗰𝗶𝘀𝗰𝗼 𝗕𝗲𝗿𝘁𝗼𝗹𝗶𝗻𝗼, 𝗱𝗲 𝗣𝘂𝗲𝗯𝗹𝗼 𝗖𝗮𝘀𝗮𝘀: Llegar a la Fundación Bertolino, en la zona rural de Pueblo Casas, pero muy cerca de Cañada Rosquín, es como llegar a un oasis. Desde afuera se nota que allí hay algo que es diferente, y cuando ingresas se ratifica esa sensación. Fue creada para generar arraigo a la vida rural, y eso hace. Allí, uno entiende que la vida en el campo es hermosa. El ambiente natural se luce especialmente. Y se cuida especialmente. La fundación también transmite esos valores a través de sus diversas formaciones. Francisco Bertolino, que fue “un visionario”, lo ideó y dejó expresado en su testamento. Yanina Smerling es la tercera generación que honra esa idea y la concreta con mucha pasión