El referente humanista Gustavo Frias visitó la ciudad ,es discípulo de Mario Cobos, mejor conocido como Silo, quien en 1969 realizó en Punta de Vacas un llamado mundial a la no violencia.
«La palabra violencia se pronuncia 5mil veces por día en el mundo», indica Frias y recuerda que a una semana del discurso de Silo, estalló el Cordobazo. «Tenía mucha visión, siempre estaba adelantado», asegura.
Frias remarca que no solamente alcanza con no tolerar la violencia, tampoco hay que producirla. «Para hacerlo hay que crear conciencia, que no es algo menor, es un proceso muy similar al que hicieron los ecologistas en torno a la contaminación», ejemplifica.
Y apela al compromiso diciendo «sí todo un colegio se levanta contra el bullying, el bullying desaparece». A Frias le interesa trabajar desde la base educacional y cultural, «generar el ámbito para que rechacemos la violencia de manera visceral y que explotar, discriminar, golpear; que todo eso sea inadmisible». «Padres, alumnos, profesores, autoridades: tiene que haber una organización interna; Silo ponía de ejemplo a los virus que siempre contactan, se nutren, reproducen y regeneran», describe.
El profesor, forma parte de Mundo sin Guerras -que trabaja en el área consultiva de Naciones Unidas- y tiene representación en más de cien países. Hasta San Jorge, llegó por intermedio del artista visual Franco Vico, quien lo había entrevistado para la producción del documental «Theta, hipótesis para un sistema alternativo». En Theta, Vico propone la construcción de un sistema de vida alternativo al imperante como única forma de resistencia positiva al paradigma actual, basado en la abundancia, solidaridad y coexistencia pacífica, que paulatinamente drene al sistema actual de su base de consenso.
«Hay que comprender la violencia en su última raíz. Si no se tramita el sufrimiento se va a la violencia porque en el sufrimiento trabaja el mecanismo de la posesión, por eso hablamos de tener una teoría general de la conciencia», explica.
Y añade en ese sentido que «para la cultura occidental, descubrir la conciencia es algo nuevo. Vivimos una etapa de desestructuración. Por primera vez hay una civilización planetaria y ahora aumenta mucho la violencia, la gente empieza a no entenderse y se necesita algo que de cohesión, el acuerdo en la diversidad, la convergencia».
«Son las bases de la civilización humana universal, tuvimos que meternos en torno a la cultura para entender como algo que empieza como cultural se incorpora como reflejo», amplia en el mismo sentido.
Entre los casos de éxito, Frias señala la labor del propio Silo cuando asesoró la transición de la ex URSS y luego fue nombrado como doctor honoris causa de la academia de Ciencias de Moscú. También el Tratado INF (por las siglas en inglés de Intermediate-Range Nuclear Forces) donde Ronald Reagan y el secretario general del partido comunista de la URSS Mijaíl Gorbachov acordaron eliminar los misiles balísticos y de crucero nucleares o convencionales, cuyo rango estuviera entre 500 y 5.500 kilómetros (denominados euromisiles).
Más adelante en el tiempo, recuerda también que en España, la desobediencia civil dio resultados ya que «si el 20 por ciento no está de acuerdo se puede sacar un impuesto y eso la ciudadanía lo entendió». Pero remarca que «no necesitamos un conflicto para actuar porque esto es humanismo no pacifismo u humanitarismo, la gente va cambiando solidaridad por reciprocidad».
El trabajo se enfoca en comunidades pequeñas en un principio para lograr juntas vecinales que permitan una labor de base. Algo que actualmente realizan en algunas regiones de Chile con singular éxito y que ya desarrollaron en Perú, Bolivia y República Dominicana.
Frias indica que para todo hay métodos y que todo momento histórico tiene métodos: fenomenología, inducción, estadística. «Franz Brentano es uno de los filósofos de cabecera del movimiento, ya que plantea la intencionalidad de la conciencia. El propio Freud fue discípulo de Brentano, todo lo que viene del siglo 21 estará basado en la conciencia».
Gentileza 30 D Online