Quisiera publicar en tu medio una carta sobre el accidente ocurrido con el avión que trasladaba al equipo del chapecoense, destinada a todos los que de alguna u otra manera forman parte del fútbol.
Desde que me entere del accidente del avión que trasladaba al equipo del Chapecoense, dirigentes y periodistas, no eh podido parar de pensar y sentir mucha tristeza por lo acontecido.
Las imágenes de como quedo ese avión, las historias de vida de cada tripulante, la historia del club, todo me llega tanto que no pude ni puedo contener mis lagrimas.
Siento mucho dolor, porque lo vivo como si la historia fuera mía, quizás sea porque soy mujer de un futbolista, prima de futbolistas, amiga de tantos otros. Y veo y vivo día a día el esfuerzo que ellos realizan.
Con mi marido nos levantamos cada mañana para acompañar a nuestro hijo al jardín, luego cada uno parte para su lugar de trabajo, no podemos compartir un almuerzo juntos, él entrena al media día algunos días y los que no lo hace aprovecha para trabajar un poco más, por lo que nos encontramos nuevamente los tres para merendar juntos, luego mi esposo se dedica a entrenar en el gimnasio, gracias a los esfuerzos económicos que realizamos junto con nuestras familias logramos armar uno en el garaje, por lo que ese tiempo también lo podemos compartir juntos. Mas tarde llega la hora de irse al club, con mi hijo nos quedamos en casa esperando la vuelta de papá con una rica comida.
Son muchas las veces en donde el cansancio le gana a nuestro hijo y come antes que papá llegue por lo que ya no puede compartir la mesa o se queda dormido. El día terminó. Y no es solo eso, los fines de semana hay viajes, partidos ganados, partidos perdidos, lesiones, médicos. Muchas veces no se valora el esfuerzo que hace cada jugador y cada familia que hay detrás de ellos, solo se valora lo que hacen los 90′ de partido.
Soy madre, esposa, medico, psicóloga, espectadora. Me alegro, me enojo, lloro, me río, aguanto criticas, comentarios buenos y malos.
Todo me pasa con el fútbol, sin querer soy parte de esa familia, por eso me duele tanto esta tragedia.
Entiendo a cada una de las familias de las victimas y las acompaño con mis oraciones y mi dolor.
Y pido a cada uno que este metido en el fútbol que piense un poco antes de hablar. Valoremos mucho mas lo que cada jugador hace, porque ellos dejan familias, hijos, vida social solamente para ir a jugar a la pelota.
Rita B. 169